¡"Las ideas son nuestra vida! Creamos unas ideas o bien un sistema de ideas sobre nosotros mismos y no renunciamos a ellas ni siquiera al darnos cuenta de que por culpa de las mismas se nos deshacen los hogares, perdemos a nuestros amigos y, a veces, en condiciones excepcionales de convulsión social, llegamos a perder hasta nuestra libertad y la vida. El contrato con las ideas es algo trágico." "Lo importante ante todo es que nuestro pensamiento no se debilite en ningún momento y que no trate de evitar llamar con los nudillos hasta en una valla. Al otro lado de ésta podría encontrarse precisamente el hombre al que necesita." "El que desconoce su propia condición o la olvida se encuentra aún más encadenado por ella, se siente más prisionero todavía". "Sé que el ser humano puede estar al mismo tiempo muy cerca del crimen y, debido precisamente a nuestra naturaleza llena de contrastes asombrosos y espectaculares, igualmente cerca de la santidad, de la divinidad. Es una verdad a la que quisiera invocar para apoyar la idea de que tenemos que contentarnos con nuestra naturaleza humana". "Nadie se salva de la violencia de los demás y tampoco pierde la oportunidad, por lo menos hasta la edad en la que llegan a ser moral, de mostrarse violento hacia los demás. Pasada esta edad la violencia no es más que una debilidad". "…por qué todo ha de ser vivido? ¿Por qué todo debe ser consumido? ¿No b asta con que estemos obligados a comer? ¿Tenemos que comernos las almas también? ¿Dónde está escrito esto? ¿Cómo es que no podamos guardar también en nuestra alma cosas no vividas? ¿Estamos obligados a tragarnos todo lo que existe en el mundo? ¿Por que? ¿Para tener luego qué vomitar en la tumba en la que nos van a enterrar?" "Sólo muchos años más tarde iba a comprender que la soledad de los abandonados no está atormentada por el amor, sino precisamente por culpa de la soledad misma; también, que es bueno en aquellas horas difíciles cualquiera que esté a nuestro lado. También en estos momentos se cometen los mayores errores, no soportas este vacío que te invade el alma y tampoco escoges al que viene a llenarla." "¿Es tanto lo que podemos depender de los demás? Tanto que … Sospechaba que nuestra alma no está rodeada de muros inexpugnables, que otros, falsos y poderosos podían sorprendernos, saltárselos y provocar desastre en nuestros adentros, pero, que después podíamos echarlos de allí y volver a ser dueños de nosotros mismos." "Al no formular los pensamientos que se están agolpando en la puerta del hablar, éstos se retiran solos y descubres con gran alegría que expresarlos (manifestarlos) no iba a ser necesario." "Si alguien tiene una responsabilidad, que la asuma. Y eso no porque la persona desagradable que está delante, a la que fácilmente puede echar por la puerta si da el menor signo de que el vicio, la tentación sucia de la vida le ha marcado (el pedagogo experimentado sabe que en tales casos el esfuerzo es inútil y que no es él el que ha nacido para enderezar lo que está irremediablemente perdido por la naturaleza misma; sea esto para aquellos idealistas que recuperan alguno en la vida, aunque dudoso, en vez de dirigir su esfuerzo hacia los que sólo son frágiles, expuestos a la ruindad humana), sino por sí mismo, por la sospecha que pueda cometer un error irreparable." "Me di entonces cuenta de las humildades que debe soportar el que se halla injustamente en una profesión en la escalera de la jerarquía social. Él no tiene palabra, a pesar de darse cuenta de que se encuentra en posesión de la verdad. No se le oye aunque se exprese. Nadie le cree, o dice que sí, lo ha oído (se ha enterado también del tema) también de alguna parte. Él no existe, es un simple figurante, condenado a asistir impotente, aplastado por las circunstancias o bien por su demonio interior, al espectáculo de la afirmación de los demás." "La humildad por la fe torcía a menudo el pescuezo del que se creía inmortal en la tierra. Con o sin fe en una vida futura, ¡sé menos soberbio, la tierra sigue esperándote, te tocará la misma suerte que la de aquel que persigues o despojas!" "…ideales, que eran de mi padre: el hombre, que siga siendo hombre, que se quede con su arado, si es que es labrador, con su honra de caballero, si lo es, o sea, amante del prójimo, con su libro si es un sabio, con su mujer e hijos, si los tuviera, con su hogar, si es que no quería llegar a ser burla de todos por hurto, traición, borrachera, pereza y mentira; o sea, que se quedara siendo hombre por todo lo que habíamos ganado para no perdernos, siguiendo las leyes de la naturaleza: quien se levanta en contra del prójimo se levanta contra sí mismo, puesto que los hombres han descubierto hace mucho la ley de la armonía en todo lo que existe, de lo que se han hecho leyes morales…" "El ser humano es una divinidad encadenada por la fuerza de las condiciones. Hemos de vencerlas y viviremos luego como dioses." "El escritor que aspira hacia una visión total sobre el mundo despierta, después de una dramática experiencia, ante un obstáculo impresionante y espantoso: la abyección humana". "Muchos cometen barbaridades y no se consideran infames, y tal vez tampoco lo sean si es que no se han encaminado por el rumbo de la infamia y su ser no se ha alterado dentro de sus profundidades insondables… El hecho de que ellos no manifiesten signo alguno de que esta alteración se haya producido y sigan creyéndose inocentes, ya no tiene valor alguno, aunque pudiera parecer que nada hubiese ocurrido puesto que psicológicamente esta persona se cree inocente. Hay sin embargo una señal de que nuestro ser que se encuentra en peligro transmite a nuestros oídos sordos y superficiales y podríamos oírlo si la borrachera de la existencia con todo su corolario de vanidades no nos impidiera oír. Esta extraña señal, distinta por su timbre misterioso, no se puede confundir con la enorme cantidad de infinitas señales que recibimos constantemente… La alteración de nuestro ser moral late en una onda desconocida por nosotros hasta el momento en que, de un modo totalmente imprevisto, nos encontramos sumergidos en plena soledad, momento en el que ni tan siquiera los éxitos de nuestra vida y los sentidos satisfecho nos pueden dominar ya: la onda del espanto". "He sentido mucho tiempo esta sensación neta que separa al ser humano del animal, en el momento en el que nos encontramos cerca de él: ves que tiene ojos, que tiene una boca con la que come, igual que la de un ser humano con el que te entiendes, que se aparta cuando se lo dices, que trabaja cuando le enjaezas y sientes sin embargo que entre él y tú hay un muro, un vacío imposible de superar, a pesar de la comunión que os une y de un sentimiento que no se desmiente, el de que somos ambos seres vivos, de que nos ayudamos el uno al otro (recíprocamente) en esta vida y de que un día vamos a tener la misma suerte, es decir nos moriremos igual." "Era de los que después de un trago de aguardiente se les delataba la vanidad loca y pedían o se tomaban solos la satisfacción de ofender sin temor, al abrigo de la educación y auto-control de los demás, que, además de dejarse ofender por él no iban a reaccionar, ya que consideraban el escándalo que podía surgir más penoso aún que el insulto en sí." "No recordaba haber sido jamás tan vulgar, no para con alguien en particular, sino para conmigo mismo, ya que me había sucedido muchas veces pensar: soy vulgar con éste o con el otro, con la intención de insultar, yo no soy lo que estoy expresando, las palabras no me alcanzan a pesar de ser yo el que las pronuncia. No respeto a esta persona y por lo tanto no le ofrezco sobre mí mismo más que una visión vulgar, puesto que una opinión suya atormentaría mis sentimientos puros, por la debilidad de no resistir a la aproximación que siguiera. ¡No deseo acercarme! Una mala opinión sobre mí mismo es un escudo de defensa en contra de la mezcla y del compromiso con aquél a quien desprecio. Les ofrezco la oportunidad de que me desprecien ellos también." "¿Qué es una amistad? Son amigos los que se sienten amenazados y obligados a defenderse juntos. Son amigos, o llegan a serlo, los que trabajan juntos porque están obligados a colaborar y porque para colaborar con éxito han de ser sinceros, y esto mucho más que al encontrarse libres el uno para con el otro." "Las amistades se traban en los grandes círculos de la vida, cuando se pierden y se vuelven a reanudar decenios más tarde, a menudo tras experiencias trágicas que les acerca aún más, o bien después de subidas o bajones que les recuerda el día en que se habían conocido y la amistad revive con ilusión renovadora; o, al contrario, se apaga para siempre al entrar irremediablemente uno de ellos en órbitas sin salida, contrarias a las primeras ilusiones produciéndose entonces un cortocircuito de cualquier amistad." "Los choques que recibimos por parte de un amigo no han de ser grandes (los provocados por los demás nos dejan indiferentes aún tratándose de infamias que tienen el propósito de derrumbarnos; ¡no nos derrumban!), mas los recibidos por parte de un amigo sacuden un sismógrafo más hondo, que, a duras penas conseguimos equilibrar." "Estoy escribiendo estos renglones, son las cuatro de la madrugada y en mi mesa hay un pequeño transistor que emite en voz baja una música. Escucho y miro en mi interior: para él, mi amigo que se murió ya no se oirá nada, ni nadie volverá a cantar. El mundo que me rodea se encogió." "El peligro en el que se halla un hombre que ama totalmente a una mujer se parece a la de uno que ha tocado un cable de alta tensión y que si no se debate, si su instinto no le ha ayudado arrancarse en el momento preciso de la primera sacudida, se muere allí sin posibilidad de ninguna escapatoria". "La historia se impone como idea, como necesidad. No se trata de algo abismal con lo que no nos podamos contentar. Es muy fácil para el hombre de letras abrigarse detrás de las necesidades históricas y esquiva de este modo el preguntarse no tanto cuánta necesidad contiene la historia sino cuál es el destino de cada ser humano en parte, sabiendo que éste sólo tiene una vida mientras que la historia es lenta e indiferente." "Los medios que la ciencia ha puesto al alcance de la gente alejan al ser humano del jardín, del campo, y le arrojan vertiginosamente al escenario de la historia. Los vientos ásperos e imperdonables de la historia son husmeados insaciablemente por esta muchedumbre sacada de sus jardines en las que ya no tienen ninguna gana de seguir cortando las ramas secas de los árboles y ahuyentar las orugas; su apetito de hacer historia se agudiza tanto, que su forma de comportarse en el remolino de los acontecimientos constituye un enigma. Un enigma que pone en juego el destino de la humanidad." "Son sobre todo los seres comunes y corrientes los que tuvieron el presentimiento del futuro desastre. ¿Cómo? Por su inquietud moral provocada quizás por el sentimiento del pecado, de la insuficiente fe, de la culpa: no vivimos bien, nuestra vida no es pura, no es hermosa, vamos a pagar por eso". "Esta amistad entre el animal y el ser humano que les unía más allá del hecho de que el hombre estaba obligado a poner el animal a trabajar, a tirar del arado, es algo que desapareció de la vida del campesino. Y la amistad es algo que nos enriquece la existencia. ¿Hacia qué tipo de mundo nos dirigimos? ¿Con qué reemplazamos aquella amistad tan estrecha de los humanos con algo que era vivo? Nos han quedado los perros. Veo que la población del mundo europeo está muy apegada ahora a los perros, hasta exageradamente. Pero no sé a ciencia cierta si el perro puede reemplazar a tantas otras conexiones con los seres que existían antes." "Dejo el periódico (Le Monde) y me froto los ojos. ¡O sea que los campesinos van a desaparecer mientras que la agricultura tendrá un rendimiento más elevado. En otras palabras, ¡los campesinos han llegado a ser un obstáculo en contra del rendimiento en la agricultura! ¡Colosal!" "Si estos recuerdos sobre aquel claro se han apoderado de mí con tanta fuerza no es porque sea el prisionero de mi infancia, sino porque ahora, en plena madurez, descubro en su vida de recuerdo, la profunda vocación democrática de nuestro pueblo. El reproche de que vivían, prácticamente, en una ilusión, no invalida la verdad de que tenían razón en su espíritu". "La Revolución Francesa no es más que un poema idílico en comparación con lo que nos sucedió a nosotros en sólo cincuenta años. Y los hijos y nietos de las generaciones actuales ya no tienen el derecho de conocer (¿con ironía?) nuestros temores y angustias. Y decir, ¡vaya lo que asustaba a nuestros pobres abuelos! ¡No somos unos pobres! Y si no quieren que les ocurra algo peor todavía, que lo piensen bien: de la herencia que les dejamos, este culto por las máquinas, ¿es bueno, o no?". "¿Tiene el ser humano bastante cerebro como para dominar la fuerza colosal que su aguda inteligencia ha descubierto?" "Yo me he formado en cierto espíritu y he vivido, incluso en tiempos de mi adolescencia, con la idea de que existe cierto límite que el ser humano no puede superar: en mistificación, en bajeza, incluso en la traición, en un sin fin de otras acciones que miden la miseria humana. Mas lo que se hizo en nuestro siglo en materia de mistificaciones, canalladas, traiciones, bajezas a las que fueron sometidos los seres humanos por otros seres humanos generan en nuestras conciencias la duda: parece ser que este límite no existe, no hay barreras hacia el infierno que los humanos no puedan saltarse. Se las saltan. Se ha comprobado que puede saltárselas. Se ha creado de este modo un precedente muy grave …" "He leído en alguna parte que la especia humana nace, por ejemplo, con el sentimiento de la compasión, que en el más primitivo de los mundos un humano salta en ayuda de otro humano que se ha caído o está en peligro de muerte. En el más civilizado de los mundos, que es el nuestro, humillaron al ser humano con premeditación y le mataron en los campos de concentración y fábricas a propósito creadas. Se me contestará que allí está el poder mágico, diabólico de los sistemas sociales sobre los individuos a los que se les libera de lo que llamamos conciencia; el sistema asume los crímenes. Y que en el mundo también hay degenerados. Primero, la así llamada magia de los sistemas no ejerce sin la complicidad, muy lúcida esta vez, de cada individuo en parte, que empieza en cierto punto cuando el ser humano ha cedido y cuando sabe que no podía negarse a ceder, este punto a pesar de no tener importancia, y acaba ejecutando las más abyectas órdenes. Y en segundo lugar, los que han cometido estos crímenes no eran en absoluto degenerados, sino seres muy normales, de lo más comunes y que encima ostentaban incluso ideales sobre la felicidad de la humanidad. Tanto más siniestras fueron sus actividades". "Se ha visto en nuestro siglo que este tipo de hombre libre no sale victorioso, orgulloso y esperado, sino son los brutos cobardes, que, liberados de cualquier tipo de moral, se seleccionan rápidamente y se unen con otros brutos en contra de cualquier tipo de veleidades de libertad y dignidad, matando cualquier chispa del espíritu y echando (tirando) al ser humano (individuo) a la perversión de la delación, de la corrupción y del fanatismo." "Nunca, quizás, el espíritu primario agresivo tuvo una base de ideas más sólida que en esta mitad de siglo. Denomino espíritu primario agresivo, en la acepción que adquiere para mí en el contexto contemporáneo esta noción, aquella mentalidad o aquel fantasma que aparece durante unos intensos trastornos sociales y que tienden a contestar los valores del espíritu. ¿Reemplazarlos con qué? ¡Con nada! Se puede vivir mejor y con más tranquilidad sin ellas." "- O sea, ¿cómo?, digo, ¿no tener el derecho de saber quién, en nombre de la policía, me detiene como a un imbécil en medio del camino, coge mis papeles, chirría como un cretino y me arrastra tras él, disponiendo impunemente de mi tiempo? ¿Por qué no le has detenido aquí hasta que se aclarase que no conocía el reglamento de circulación, pero le chirría el alma para poder dar él también órdenes a los demás, turbarles la vida, satisfacer su apetito de poder, apetito que se le fue cortando desde hace unos cinco años, pero sigue yaciendo en él una de aquellas bestias listas en cualquier momento a ensuciar la humanidad con sus babas envenenadas y apestosas? Si hubiese tenido una pistola, le habría disparado seis balas en el trasero abyecto, y nunca habría dormido mejor que en la noche siguiente. "Los tiempos se han vuelto ásperos, nadie te acompaña en la leyenda para ayudarte a hacer, por tu sacrificio en el altar de los valores absolutos, que las generaciones venideras lloren leyendo sobre tus sufrimientos dignos de lástima. ¿Hemos acaso decaído todos un poco? ¿La humanidad entera? Pues sí, y Dios sabe cuán profunda es la depresión que nos amenaza, cuánto tiempo vamos a necesitar y cuán fuerte hemos de fortalecer los poderes de nuestro espíritu para conseguir alcanzar de nuevo aquellas cumbres en las que un simple forajido prefiere la oscuridad de las salinas, es decir su muerte lenta, que volver a la luz haciendo de verdugo. La historia es auténtica y nos la cuenta Kogalniceanu (se busca verdugo para Valaquia –Escasez, falta de …)." "¿Cómo podemos vencer la pobreza en la que vivieron nuestros antepasados y al mismo tiempo, en esta lucha, no perder nuestras almas? Ya que, en nuestros días, no resulta difícil observar que muchos países han ganado esta lucha, han llegado a ser muy ricos, viven en la opulencia, pero algo grave les ha sucedido sin embargo: su conciencia ha sido herida, ha perdido su rumbo, está plagada de angustias." "Cualquier despojo de privilegios puede generar odio y repulsa. Mas no respondes declarando el odio como principio universal. Al contrario, deberíamos afirmar el principio universal de la armonía humana, aplastando de esta manera el fanatismo de los trogloditas, que, dominados por un instinto de patibularios odian al filósofo." "La anomalía, lo anormal, no es una fatalidad y no tiene duración; la condición de hacerlo desaparecer es simplemente no aceptarlo y sobre todo no ceder a la tentación de justificarlo recurriendo a principios altos". Si los humanos otorgásemos a la muerte un minuto de meditación al día, los conflictos en los que se vieran implicados disminuirían su importancia y las soluciones peores les asustarían menos, serían de todos modos más atrevidos y se alegrarían más de existir. Estamos hechos sin embargo de modo que no podamos concebir dentro de nosotros que pudiéramos morirnos en aquel mismo instante, que todo se ha acabado, a pesar de que sabemos bien que un buen día tendremos que morirnos. Pues sí, lo pensamos, pero este buen día llegará algún día, no ahora, hasta entonces, vaya, queda tiempo y seguimos siendo prisioneros de nuestra fuerza vital, cuando tenemos la curiosidad de ver: ¿eh, de qué modo nos morimos?" "La extinción de la vida (pues la muerte no existe) tiene que ocurrir de una manera muy sencilla, en alguna parte de un bosque, en la orilla de un río, en un último sueño que te haga soñar, mientras sigas oyendo el murmullo eterno de los árboles y el susurro de las olas, deseando tener que despertarte."
El conjuntode extractos de la obra de Marín Preda, aparecidos en el volumen Al tiempo no le quedó paciencia (Timpul n-a mai avut rabdare): Marín Preda, contiene citas de El Intruso, El imposible retorno, El gran solitario, Conversaciones con Marín Preda – de Florín Mugur, El delirio, La vida como presa, El más amado de los terrestres, dispuestos en una orden en que se pueda evidenciar la constante meditación sobre unos temas importantes.
by Marin Preda (1922-1980)