Personalidades rumanas

El Instituto Cultural Rumano de Madrid sigue presentando en el mes de febrero personalidades, obras o eventos destacados de la cultura y la civilización rumanas, en las páginas web del instituto. En enero hemos conocido a Aurel Răuță (12.02.1912 – 13.06.1995) - personalidad del exilio rumano en España, autor de la primera gramática rumana en castellano, a Alejandro Cioranescu (1911, Bucarest – 1999, Santa Cruz de Tenerife) - filólogo, historiador y profesor, pionero de la literatura comparada en España y al príncipe Vlad Țepeș, conocido como Vlad el Empalador o Vlad Drácula, que nació hace 590 años, en 1431. En febrero os proponemos a Petru Maior.

Petru Maior (Târgu Mureș, c.1756 - Budapest, 14 de febrero de 1821) fue un filólogo, historiador, lexicógrafo, teólogo y sacerdote ortodoxo griego rumano de la Ilustración. Se cumplen 200 años de su muerte.

Estudió en las ciudades de Cluj y Blaj y se trasladó en 1774 a Roma, don­de se doctoró en Filosofía y Teología (1779). Volvió a casa después de un año en Viena (dondé estudió derecho), llegó a ser profesor en Blaj en 1780 y en 1794 recibió las órdenes sagradas; sin embargo, a causa de la aver­sión del un obispo, abandonó esta pobla­ción, dedicándose a la actividad parroquial y se esforzó en la formación del pueblo que se le confiara. Durante quince años de apostolado reunió a los muchachos humil­des en prados, campos y lugares donde los trabajos de la agricultura y el pastoreo les desperdigaban para enseñarles los rudimen­tos de la gramática. Luego se marchó a Budapest, donde permaneció des­de 1809 hasta su muerte. Se le acusó de ha­ber desempeñado en la mencionada ciudad el cargo de revisor imperial de la censura.

Luchó por los derechos de los rumanos de Transilvania, contribuyendo, junto a otros miembros del movimiento cultural “Escuela de Transilvania”/ „Școala Ardeleană” en la redacción de la declaración de emancipación “Supplex Libellus Valachorum”.

Sus estudios más importantes se refieren a la historia de la Iglesia en Rumanía durante el período comprendido entre la cris­tianización inicial y la unión (1813), así como al problema de los orígenes del pue­blo rumano y de la continuidad del ele­mento romano en Dacia. Maior apoya sus teo­rías históricas con argumentos filológicos y defiende, tanto en algunas páginas de la “Historia de los orígenes de los rumanos en Dacia, como en el “Diálogo para el comienzo del idioma rumano(1819) y, finalmente, en la original obra “Diccionario de Buda(1825), la formación del rumano a partir del latín vulgar. Ello provocó una polémi­ca con el filólogo eslavo Kopitar, quien alegaba la participación, hasta cierto punto, de las lenguas eslavas y balcánicas en la evolución del mencionado idioma.

Fuentes: biblior.net, criticadelibros.com