BibliotecaICRM recomienda: "Rumanos que cambiaron el mundo: Panait ISTRATI" (documental TVR)

La tercera propuesta de nuestro programa anual de promoción de escritores rumanos a través del cine documental está dedicada al escritor rumano de expresión francesa Panait ISTRATI (Brăila, 10 de agosto de 1884 - Bucarest, 16 de abril de 1935). Con motivo del Día de la Francofonía y del cumplimiento, este año, de 140 años de su nacimiento.

Viernes, 22 de marzo de 2024, a las 19 horas, en el Salón de actos del Instituto Cultural Rumano Madrid (Pl. del Cordón, 1).

Rumanos que cambiaron el mundo: Panait ISTRATI. TVR 1(Rumanía, 2018, 25`, VOSE)

Es el episodio 6 de la serie documental "Rumanos que cambiaron el mundo", emitido en la Televisión Nacional Rumana TVR, en el que Irina Luca propone un retrato del escritor.

Panait ISTRATI, escritor rumano de expresión francesa, es considerado uno de los mejores narradores de la literatura rumana. Sus numerosas obras, como «Los cardos del Baragán» (Quálea, 2014) y «Los haiduci: bandidos del pueblo» (Libros de la Ballena, 2018), fueron muy populares en la España de los años 30, por lo que la gran mayoría de sus libros han sido traducidos al español.

Gran escritor autodidacta, hijo natural de una lavandera rumana y de un contrabandista griego, sólo asistió a la escuela durante cuatro años y realizó todo tipo de trabajos para ganarse la vida. Su espíritu inquieto y aventurero lo llevó a partir a Oriente Medio en 1906 sin dinero ni pasaporte. En 1921, tras instalarse en Francia y desesperado por la tuberculosis, la pobreza y la muerte de su madre, intentó suicidarse. Fue encontrado agonizante con una carta dirigida al escritor Romain Rolland, quien le ayudaría a convertirse en el «Gorki de los Balcanes».

Istrati tuvo un gran éxito popular y mediático entre los años 1925 - 1930, convirtiéndose en una figura de prestigio en los círculos literario y cultural galos. Inmediatamente traducido a veinte idiomas, sus libros eran reseñados en los principales diarios franceses de la época, participaba en congresos y se codeaba con la crème de la crème de la intelectualidad europea.

Invitado en 1927 a visitar la Unión Soviética, su crítica feroz a las colectivizaciones le costó el rechazo de los intelectuales franceses, por lo que decidió volver a Rumanía, donde murió en 1935 sumido en el olvido.